Un total de 23 países informaron de la existencia de casos con la variante de covid-19 ómicrom en sus territorios, reveló la Organización Mundial de la Salud (OMS), que, además, advirtió que el número aumentará, mientras que su brazo panamericano, la OPS, estimó que el nuevo tipo puede circular «pronto» en América, y se renuevan los cuestionamientos a los cierres de frontera.
«No debería sorprendernos casos en más países; esto es lo que hacen los virus y esto es lo que seguirá haciendo este virus mientras le permitamos seguir propagándose», aseguró durante una conferencia de prensa el titular de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien remarcó que «el fin de la pandemia no es una cuestión de suerte, sino una elección».
Asimismo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó que la variante ómicron «puede estar en breve circulando en las Américas, aunque por ahora haya solo casos importados en tres países del continente».
Brasil, Canadá y Estados Unidos reportaron contagios en los últimos días, todos de personas provenientes de África, pero «es probable que otros países comiencen a ver pronto esta nueva variante en circulación», afirmó la dominiquesa Carissa Etienne, la directora de la OPS.
Por eso, juzgó «importante que los países redoblen sus esfuerzos de vigilancia, compartan secuencias con la Red de Vigilancia Genómica de las Américas y notifiquen cualquier caso de ómicron a la OMS».
«La velocidad y la transparencia son especialmente cruciales en este momento para enfrentar esta nueva cepa», puntualizó Etienne.
Ómicron, reportada por primera vez por Sudáfrica el 24 de noviembre, fue declarada el viernes «variante de preocupación» por la OMS.
Brasil es por ahora el único país de Latinoamérica en informar casos de la nueva cepa, porque a los dos casos de ayer (pasajeros que llegaron de Sudáfrica) sumó hoy uno de un viajero proveniente de Etiopía.
Estados Unidos, en tanto, detectó su primer caso de la nueva variante en California, en una persona con esquema completo de vacunación que regresó de Sudáfrica el 22 de noviembre.
Por su parte, Canadá había anunciado el domingo sus primeras infecciones en dos personas que habían viajado a Nigeria, pero desde entonces registró varios casos más, en particular en Quebec, Ontario y Alberta.
Etienne instó a la población a no asustarse, pero insistió en la necesidad de vacunarse y reducir el riesgo de exposición al virus manteniendo el uso de barbijos, especialmente en espacios públicos cerrados, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social.
«Los países deben mantener sus medidas de salud pública para limitar la transmisión del virus y ajustarlas de acuerdo con los riesgos de transmisión local», enfatizó.
Fuera de la región, el fulgurante aumento de casos en Sudáfrica, origen de la variante ómicron, es muy preocupante, según reconocieron los responsables sanitarios ante el Parlamento.
«El grado de aumento es de lo más grave», afirmó la doctora Michelle Groome, del Instituto Nacional de Enfermedades Contagiosas (NICD).
«En dos semanas, el país registró un crecimiento exponencial, pasando de un poco más de 300 nuevos casos diarios promedio en siete días a 1.000 la semana siguiente, y a más de 3.500 esta semana», informó.
«La multiplicación de casos positivos se debe en gran medida a la nueva variante ómicron, ya dominante, porque representa la gran mayoría de nuevos casos en Sudáfrica», subrayó la científica.
En tanto, Noruega confirmó la presencia de la variante en el país, tras detectar cuatro casos en dos municipios diferentes, y Portugal endureció las condiciones para el ingreso de viajeros y el uso del tapabocas volvió a ser obligatorio en el interior de lugares públicos, al ingresar hoy en «estado de calamidad» para combatir un fuerte avance de covid-19.
El Parlamento de Austria, a su vez, votó ampliar otros diez días el confinamiento a nivel nacional en un intento por reducir los contagios, y Alemania dio cuenta de 446 fallecidos, la cifra más alta desde el 20 de febrero pasado, y que deriva de la tendencia al alza de los contagios en estas últimas semanas.
Mientras, el Gobierno de Japón solicitó a las compañías aéreas que no acepten nuevas reservas de pasajes para ingresar al país durante un mes, por la preocupación que generó la variante ómicron, y Corea del Sur reportó su cifra más alta de contagios desde el inicio de la pandemia, más de 5.000 positivos, además de luego de anunciar que sospecha de tener ya los primeros positivos por el nuevo tipo.
Esta nueva ola de contagios llevó al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el portugués Antonio Guterres, a considerar «injustos» e «ineficaces» los cierres de fronteras.
«Con un virus que realmente no tiene fronteras, las restricciones de viaje que aíslan a cualquier país o región no solo son profundamente injustos y punitivos, sino que también son ineficaces», remarcó Guterres.
A su lado, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, el chadiano Moussa Faki Mahamat, denunció también la «estigmatización que no se justifica» del continente y lamentó que «por haber sido transparente el conjunto de África austral haya sufrido sanciones».